Apuntes de etnografía

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Aurangzeb_reading_the_Quran

Aurangzeb leyendo el Corán.

Dominica Zalbidegoitia, de Dima, Arratia (Bizkaia), fue la mujer que contó (hará un siglo, década arriba, década abajo) a Resurrección María de Azkue esta leyenda oral:

La cola de la culebra

Había en Bargundia, caserío de Dima, dos hermanos. Cierto día, terminadas las labores de la heredad, volvían a casa con sendas cargas de trigo, y cuando cada cual bajó del hombro su carga, de entre la paja salió una culebra. Uno de los hermanos empezó entonces a golpearla. El otro le dijo:

─Déjala, es también criatura de Dios. Y déjala en paz.

Pero aquel, sin hacer caso a este, dale que le das, quitó su cola a la culebra; y dejándola allí se fue la culebra al monte.

De allí a poco al muchacho que dijo se dejase en paz a la culebra, le llevaron de soldado, lejos. Estando de soldado, al llegar la época de Navidad, decía él:

─¡Ay, si estuviera en casa!

Y sin que él se diese cuenta se le presentó un hombre y le dijo:

─Yo te llevaré a casa.

Se agachó el hombre, subióle al hombro el soldado y le traía consigo. Al llegar a Bargundia y bajar de su hombro el soldado, el hombre le dio una faja encarnada para el hermano que quitó la cola a la culebra. El muchacho, al entrar en casa, tuvo una ocurrencia, y en vez de dar la faja a su hermano, la ató al nogal que estaba junto al caserío, y de repente la faja arrancó de raíz el nogal.

EuskaleriarenYakintza-Portada

Euskal Biblioteka. Labayru Fundazioa.

El cuento trata de un ser sobrenatural que entrega maliciosamente a un ser humano una prenda de vestir, y que no logra el propósito de matar a nadie porque la prenda queda ceñida, al final, a un árbol (que es el que resulta destruido), y no a una persona.

Apuntaré los paralelos de este relato que han sido documentados, también, en las tradiciones orales de Asturias y de Galicia. Y de lugares bastante más remotos: Escandinavia, Madagascar, el centro de Asia y la América indígena, entre otros. He aquí, como botón de muestra, esta narración de la India recogida por Hamilton:

En torno al año 1685, cuando el ejército de Aurangzeb estaba en Decan, él quería someter a Sevajee Rajah [Rajá Sivaji]. Un hijo de Aurangzeb, llamado Sheek Eckbar [Príncipe Akbar] tenía amistad con el rajá. Cuando lo supo su padre, disimuló el rencor que tenía y, mediante halagos, invitó a Sevajee a que viniese a su campo, con la intención de capturarlo y de matarlo. Pero su hijo Akbar avisó al Rajá, que partió en secreto durante la noche, sin despedirse formalmente, por lo que Aurangzeb acusó a su hijo de avisar al Rajá. Aurangzeb intentó, como venganza, matar a su hijo mediante una estratagema. Simulando más amabilidad de la habitual hacia su hijo, le envió una camisa sumamente rica y hermosa, pero envenenada por un polvo perfumado. El hijo, entre grandes muestras de gratitud, recibió el regalo, pero, como conocía muy bien las argucias de su padre, no se puso la camisa, dejándolo para más adelante, cuando pudiese usarla en alguna ocasión solemne. Entonces ordenó que se la pusiese un esclavo, que murió un día o dos después de ponérsela. Entonces Sheek Eckbar se fue a Rajahpore, de donde escapó con la ayuda de dos caballeros ingleses…

José Manuel Pedrosa – Profesor de la Universidad de Alcalá

Ilustración tomada de paradoxplace.com.

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