Apuntes de etnografía

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Los adornos navideños nocturnos lucen en la mayoría de localidades. Portugalete. Foto: E. X. Dueñas.

Antropólogos, etnólogos, etnógrafos, folcloristas, lingüistas o historiadores, entre otros, se han preocupado por elaborar sistemas de clasificación y catalogación en los que se puedan incorporar todo el sinfín de festividades y actos que componen nuestro calendario anual: tanto del pasado como del presente.

No dejando de lado ritualidad, autenticidad, tradicionalidad, así como otros muchos términos acabados en -dad, el principal aporte debería estar apoyado, sin duda, en la diversidad lúdica, la temporalidad o atemporalidad, el momento histórico, el ámbito espacial, los aspectos social y cultural, el contexto, etc.

Los productos alimenticios forman parte de ferias y mercados. Foto: E. X. Dueñas.

Repasando algunas de las fórmulas existentes de ordenamiento del calendario, nos topamos con las más diversas variantes: desde los más que manoseados día a día en el mes a mes, pasando por el que sigue el calendario litúrgico y el santoral, hasta llegar a los “tradicionales” o folclóricos y los que se basan en fundamentos de orden simbólico. Una gran variedad, con diferentes fines.

Hace unos años, el sociólogo Josu Larrinaga elaboró una rueda o círculo que abarca todo el espectro anual y que, entonces, nos sirvió a ambos de apoyo metodológico para enclavar cada festividad: conjunción de astros, fases lunares, meses, festividades concretas y ciclos, materializados en ciclos (Otoño, Navidad, Carnaval, Semana Santa, Mayo… y Fiestas patronales). Un proyecto pretencioso, pero con lagunas, debidas principalmente a la característica básica de que la primera luna llena de primavera da vida a las fiestas de fecha variable.

Las tamborradas aparecen y desaparecen en el tiempo: Fête du piment en Ezpeleta. Foto: E. X. Dueñas.

Es esta causalidad, la de la existencia de fechas fijas y variables, la que produce convergencia y divergencia:

  1. Festividades/Celebraciones de fecha fija. A su vez, se dividen en: las que se continúan celebrando en el día o días originales, siguiendo el santoral u otra fecha aceptada; y las que se han trasladado a otra época del año, pero que continúan siendo distintivos del santoral.
  2. Festividades/Celebraciones de fecha variable. Celebraciones que se corresponden con esa parte del calendario que se origina cada año en relación a la primera luna llena de primavera. También las que se conmemoran, partiendo del calendario litúrgico, por traslado a un fin de semana anterior o posterior de la festividad, por motivos, entre otros, laborales, las que se corresponden con actos marcados por un orden no religioso, o las que han modificado su sentido inicial.

Estimamos que fiesta es toda celebración, pública o privada, sustentada por lo religioso, cultural o reivindicativo. Una amalgama de elementos de diverso origen temporal y contextual que confluyen en el calendario… ¿Estaremos al día desde el campo del estudio y, más concretamente, en lo concerniente a una sistematización de las fiestas acorde con la actualidad vigente?

 

Emilio Xabier Dueñas – Folklorista y etnógrafo

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