Apuntes de etnografía

0
1-2016-bilboko-aste-nagusian-1

Gaupasa en Bilbao, 2016. Akaitze Kamiruaga. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

En la década de los años 1980 se generalizó el hecho de que los jóvenes, tanto muchachos como muchachas, pasasen algunas noches del fin de semana fuera de casa, sobre todo en las fiestas patronales del pueblo o de localidades vecinas, con preferencia en verano. Esta costumbre se conoce en euskera con el nombre de gaupasa.

Ha habido gaupasas rurales y urbanos. Aquí vamos a ceñirnos a los rurales y más concretamente al área del Guerniquesado. En pequeñas localidades se comenzaba con esta diversión en la adolescencia, en grandes núcleos de población, más tarde. Al principio se hacía con más frecuencia, luego se empezó a ceñir a algunos fines de semana al mes.

Consistía en salir alrededor de las 11 de la noche, después de cenar, y permanecer fuera de casa hasta aproximadamente las 7 de la mañana. En verano, con el buen tiempo y la cantidad de fiestas que se celebran, eran más frecuentes y se regresaba a casa más tarde, siempre desayunado y dispuesto a coger la cama con gusto.

Se comenzaba bebiendo cervezas y kalimotxos para pasar más avanzada la noche a cubatas y chupitos. La cafeína de la bebida y el alcohol ayudaban a mantenerse despierto. Había jóvenes consumidores habituales de porros y algunos disparaban más alto y se colocaban con cocaína o anfetamina (speed). En tiempos pasados también circuló ocasionalmente la heroína que causó grandes daños a la juventud. Se alternaba en pubs y locales de poca iluminación, donde sonaban a todo volumen los éxitos del momento. En las fiestas se acudía y se acude a los bares al aire libre conocidos como txosnas que montan asociaciones culturales y deportivas para obtener dinero.

Los grupos estaban formados por cuadrillas de amigos que nacían desde la escuela, eran grupos cerrados de chicos y chicas separados, que a la madrugada se podían mezclar. Si la gaupasa se celebraba dentro de la misma localidad los componentes del grupo se desplazaban caminando. Si era en una localidad vecina, ya que no se alejaban más de 15 o 20 km, se trasladaban en autobús o en tren, se evitaba el vehículo propio por el riesgo que conlleva.

Se vestía de manera informal, siendo muy recurrido hacerlo con camisa o niqui y pantalones vaqueros. Después de que se cumplían los veintitantos años se abandonaba la costumbre porque comenzaba el período del emparejamiento.

2-lonja-lezamaimg_20160917_234930

Lonja de jóvenes de Zamudio (Bizkaia), 2016. Maider Aurrekoetxea. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

A partir aproximadamente del comienzo de este tercer milenio, la costumbre ha cambiado. Debido al gasto que conlleva el alternar en bares y a la edad que se exige para beber, los jóvenes alquilan unos locales a pie de calle que llaman lonjas, generalmente separados los muchachos y las muchachas.

En estos locales se reúnen grupos bastante numerosos de amigos a charlar, ver la televisión, comer algo ya que disponen de microondas y frigorífico e ingieren bebidas. Algunos permanecen hasta la madrugada y luego, generalmente sin acceder a los bares se van a casa.

Segundo Oar-Arteta – Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria

Para más información se puede consultar el tomo dedicado a Ritos del Nacimiento al Matrimonio del Atlas Etnográfico de Vasconia.

Comentarios ( 0 )

    Deja un comentario

    Your email address will not be published. Required fields are marked *

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

    ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~