Apuntes de etnografía

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Paseo de los Judas por las calles. Moreda, 1982. José Ángel Chasco.

La quema de muñecos de paja en ciertas épocas del año es una costumbre bastante extendida por las zonas rurales de diversos países europeos y latinoamericanos. Es tradición quemar monigotes en Navidad, Carnaval, Semana Santa, fiestas patronales… Aquí vamos a tratar de la Quema de los Judas durante la Semana Santa. En tierra vasca esta costumbre está más arraigada en Álava y Navarra. En territorio alavés, a excepción de Salinas de Añana y de Lagrán, donde goza de mayor popularidad es en Moreda de Álava y en Samaniego. Antiguamente, la Quema de Judas tenía lugar en todas las villas riojano-alavesas.

Los actos de que se compone la fiesta de los Judas son: fabricación de los muñecos por los mozos empleando ropas viejas y rellenándolos con paja, paseo de los monigotes por las calles y exhibición en lugar público, lectura de una sentencia acusatoria y condenatoria, y la quema de los peleles. En el caso de Moreda se queman de forma espectacular mediante volteo.

Los Judas representan el mal personificado en muñecos de paja. Con su quema se pretende destruir el mal que durante el año ha existido en los pueblos, valiéndose del rito de purificación mediante el fuego. Los Judas son los causantes de todas las desgracias y calamidades que ocurren en las poblaciones a sus vecinos, animales y cosechas. Condena los actos negativos, desgracias y males sucedidos. Esta tradición es una suerte de ceremonia mágica en la que el mal corporizado en un muñeco es destruido quemando su efigie.

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Quema de los Judas mediante volteo. Moreda, 2012. José Ángel Chasco.

Además del sentido purificatorio y de crítica político-social de la comunidad, posee un carácter lúdico y divertido. Quemar a los Judas no es algo anacrónico, tiene sentido en nuestros días, es algo más que mantener viva una costumbre. Las sentencias son escritos graciosos e irónicos mediante los cuales se les inculpa y se les hace responsables de todos los males acaecidos: robos, enfermedades, calamidades, pedriscos, heladas, sequías, malas cosechas… A través de estos escritos se hace crítica social y política del pueblo y de sus vecinos denunciando temas actuales.

El origen de la tradición es anterior a la difusión del cristianismo. La Iglesia ha tratado de suprimir esta costumbre como rito pagano y de adaptarla a su doctrina por el fondo moralizante que posee. La quema de los Judas es un rito mágico que da comienzo a un ciclo nuevo de la naturaleza, a la primavera. Con la llegada de esta estación los campos florecen, nace el amor y la naturaleza despierta del letargo invernal tomando vida nuevamente. El mal del año anterior y viejo se destruye, al igual que se hace en Carnaval, precisamente incinerando los Judas. Estos personajes guardan más relación con el Carnaval que con la austeridad de la Cuaresma.

En un principio se les debió llamar con el nombre de brujos u otros parecidos. Con la llegada del cristianismo, quienes siguieron quemando estas imágenes las identificaron con la efigie de personas a las que, por diversos motivos, se miraba con aversión. Una de las personas más odiadas y que mayor aversión causó fue la de Judas. De esta forma, las gentes comenzaron a asociar e identificar los muñecos de paja o brujas con la figura de Judas. La Iglesia consiguió, al igual que con otras tradiciones, adaptar la costumbre de la quema de muñecos de paja a sus propios intereses y doctrina. Es costumbre el quemarlos el Domingo de Resurrección.

José Ángel Chasco – Etniker Álava – Grupos Etniker Euskalerria

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