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Amagoia Gezuraga

Amagoia Gezuraga.

La forma fidedigna, no la de la rumorología, que en tiempos pasados tenían en muchas poblaciones de enterarse de algunos acontecimientos importantes de la vida social era a través de la parroquia. Como la asistencia a los actos religiosos era mayoritaria, sobre todo a la misa dominical, en ella se daba cuenta de las proclamas con las que se hacía público el anuncio de los nuevos matrimonios; se notificaban asimismo los nombres de las personas fallecidas y el día y la hora en que tendrían lugar las exequias; y en la puerta del templo figuraba incluso la clasificación moral que se daba a las películas proyectadas en la localidad. (más…)

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Abuela y nietos. Urduliz (Bizkaia), 2011. Akaitze Kamiruaga

Abuela y nietos. Urduliz (Bizkaia), 2011. Akaitze Kamiruaga. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

Yo nací en un entorno rural y viví toda mi infancia en una casa de labranza (lo que ahora muchos llaman caserío), integrado en una sociedad agraria y con una estructura familiar típica formada por la generación de los abuelos, la de los padres y la de los críos. Los padres pasaban el día trabajando con el ganado, así que a menudo los principales cuidados los recibíamos de los abuelos. De ellos aprendimos a atender a los animales menudos, a realizar las labores sencillas de la huerta, a fabricar útiles para nuestros juegos, a rezar, a cantar, a jugar a las cartas, y además nos hicieron partícipes de entretenimientos entre los cuales destacaba escuchar sus historias y los cuentos maravillosos que nos relataban. (más…)

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Foto del Archivo Aguirre incluida en el tomo Casa y Familia en Vasconia

Foto del Archivo Aguirre incluida en el tomo Casa y Familia en Vasconia.

Cuando hablamos de etnografía y de transmisión oral a todos nos viene a la cabeza la imagen de una familia de antaño sentada junto al fuego bajo del hogar y de unos abuelos que relataban historias y leyendas ante la atenta mirada de los más pequeños de la casa.

Pasó un tiempo y el proceso continuó siendo el mismo salvo que el fuego se encerró entre unas planchas de hierro que se dieron en llamar cocina económica o más sencillamente chapa. Pero cuando nuestra sociedad fue haciéndose más urbana y el fuego quedó arrinconado, cobró protagonismo en las casas una nueva estancia: la sala. Y allí encontramos de nuevo a la familia, con menos miembros que antaño pero también sentados contemplando absortos unas imágenes en movimiento tan sugestivas como las llamas del hogar, las proporcionadas por el televisor, el nuevo contador de historias, aunque estas a menudo llegadas de muy lejos. (más…)