Apuntes de etnografía

Carro de boda y comitiva nupcial. Bidegoian (Gipuzkoa), 1957. Foto Martín (Tolosa). Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

Hoy día el régimen de bienes establecido en el matrimonio, en los casos en que se celebra, adopta distintas modalidades: régimen de gananciales, separaciones de bienes, etc. En otro tiempo un asunto relevante fue la constitución de la dote, generalmente por parte de la novia.

La dote son los bienes y/o el dinero que aporta la mujer al matrimonio, si bien en nuestra tierra el vocablo más utilizado ha sido el de arreo. Algunos reservan esta última voz para designar generalmente la ropa que lleva la novia al matrimonio, que había sido confeccionada por ella o sus familiares y amigas, y lo diferencian de la dote que es el conjunto de dinero y bienes aportados por la novia o su familia. Antiguamente las muchachas comenzaban de muy jóvenes a preparar su arreo.

El traslado del arreo (ropa más utensilios) era un acto ritualizado ya que significaba la entrada del nuevo cónyuge en la casa, que en euskera se conoce como etxe-sartzea. A tal fin se recurría al carro de bueyes, engalanado para la ocasión. Entre los objetos transportados no faltaba la cama y el mobiliario complementario, la rueca de hilar y el espejo. Para hacerse notar, se procuraba que el eje del carro chirriase. Detrás del carro iba una comitiva portando sus regalos. Si la familia era pudiente podían desfilar dos y hasta tres carros uno detrás de otro.

Aunque el traslado del arreo podía ser tanto de la casa del novio a la de la novia como a la inversa, según quién fuera el heredero, era más solemne cuando el acarreo era de la mujer.

Enseñando el arreo. Bidegoian (Gipuzkoa), 1957. Foto Martín (Tolosa). Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

En algunas localidades había costumbre de que la vieja señora de la casa entregara a la nueva algún objeto en señal de que esta se hacía cargo de la casa y había particular empeño en comunicar a las abejas que en adelante debían respetar a la nueva ama.

En tiempos pasados estuvo también ritualizada la exposición del arreo. Una persona, generalmente una mujer, realizaba el recuento e inventario de los bienes aportados por el cónyuge advenedizo. Esta costumbre con los años fue desvaneciéndose y se limitó a enseñar el ajuar y la habitación del nuevo matrimonio sin ningún tipo de formalidad. Las personas encargadas solían ser la novia, su madre y alguna vecina y las interesadas en verlo las amigas de la novia o las invitadas. Se les mostraba con anterioridad a la boda o el mismo día de la ceremonia.

Actualmente se hacen representaciones populares de bodas tradicionales con traslado del arreo a la antigua usanza.

Segundo Oar-Arteta – Etniker Bizkaia – Grupos Etniker Euskalerria

Para más información puede consultarse el tomo dedicado a la Ritos del Nacimiento al Matrimonio del Atlas Etnográfico de Vasconia.

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