Desde la prehistoria el ser humano ha buscado siempre sus propios métodos para garantizar su protección, desde danzas hasta sacrificios humanos, pasando por todo tipo de rituales. Pero sin necesidad de remontarnos tan lejos, incluso en el momento presente de virus pandémico, la necesidad de protegerse uno mismo, de proteger la familia, la casa, los bienes… sigue igual de viva que en la prehistoria, pero sujeta a una lógica evolución. (más…)
Los conocedores del trabajo que realizan hoy nuestros pastores pueden sorprenderse con este título, ya que quienes tienen que bregar con grandes rebaños no disponen de mucho tiempo para juegos.
Pero hablamos de algo que ocurría hace más de un siglo. Los rebaños de entonces apenas llegaban al centenar de cabezas. Además los pastores vivían en las chabolas de los pastos de verano con sus familias: mujer e hijos. (más…)
El análisis geográfico del paisaje labortano se realiza en base a tres niveles, que si bien están perfectamente definidos en la alta montaña (Garazi…), se atenúan hacia el sur en dirección al océano, siguiendo el eje de la cadena pirenaica. (más…)
En otro tiempo, cuando la estructura de los caseríos (etxeak) aún era de madera, la libre estabulación en las tierras comunales (herriko lurrak) estaba regulada. Se construyeron recintos (borda-barrukiak) que los animales utilizaban como refugio natural (del calor, moscas…). El Fuero de Lapurdi, Título III Artículo I, dice: “En Lapurdi cada parroquia tiene y posee tierras comunales y vecinales entre todos los parroquianos” donde pueden pastar los animales de “cierta condición y número”. “Se permite también construir cabañas, alojamiento y cercados para acoger ganado, pastores y guardas”, sin más exigencia que las obligaciones comunes a cualquier “asentamiento humano”. Además del respeto de la propiedad privada citaremos el libre acceso, la dedicación exclusiva al pasto, el respeto del sistema de veto, la protección de árboles y bosques, etc. Dicho entorno evolucionaría forzosamente, aquí y en todas partes. (más…)