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Hoguera o marcho en la fiesta de la Ronda de Labastida, 2015. José Ángel Chasco.

Quisiera hacer una reflexión y crítica sobre el abuso que algunos etnógrafos realizan buscando interpretaciones complejas y análisis mitológicos en el origen y significado de ciertas fiestas y tradiciones. Buscan explicaciones fuera de la lógica y del sentido común. Aducen orígenes ancestrales y significados esotéricos, alejándose de la realidad de las cosas. Construyen teorías e hipótesis pintorescas, artificiales y fantasiosas. Pienso que falta cordura y que se hace un uso desmedido de obras como La rama dorada de J. G. Frazer o Fiestas populares e insólitas de Juan G. Atienza. (más…)

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Gaupasa en Bilbao, 2016. Akaitze Kamiruaga. Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

En la década de los años 1980 se generalizó el hecho de que los jóvenes, tanto muchachos como muchachas, pasasen algunas noches del fin de semana fuera de casa, sobre todo en las fiestas patronales del pueblo o de localidades vecinas, con preferencia en verano. Esta costumbre se conoce en euskera con el nombre de gaupasa(más…)

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Explosión festiva en la plaza consistorial previa al chupinazo. J.M.S. Azcona-EFE

Explosión festiva en la plaza consistorial previa al chupinazo. J.M.S. Azcona-EFE.

Nuestro maestro don José Miguel de Barandiaran nos enseñó que no bastaba con recoger costumbres y modos de vida tradicionales tal como se desarrollaron en el pasado sino su evolución hasta el presente o los cambios que introdujeron nuevos comportamientos, consciente de que la vida no transcurre de manera inmutable. (más…)

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7.SanNicolas1977

El obispillo bendiciendo el ganado, Muruzábal (Navarra), 1977. M.ª Amor Beguiristáin.

Cuando un 8 de diciembre de 1977, describimos y fotografiamos al obispillo en Muruzábal (Navarra), este lucía capisayos nuevos, alba y una vistosa capa pluvial. Ya llevaban los escolares dos años celebrando la fiesta sin poderse revestir por el mal estado en que se encontraban las viejas vestes. Mitra y báculo completaban su vestuario. Dos acólitos han asistido tradicionalmente al obispillo, uno portando el acetre con agua bendita e hisopo, y el segundo con una hucha de lata hecha por ellos con la leyenda “Quien dé por San Nicolás, cien años vivirá” para recoger las monedas de los vecinos. Otra novedad de ese año era el acompañante vestido de monaguillo con un zacuto lleno de mandarinas, naranjas y caramelos para repartir. (más…)